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¿Cómo cumplir tus metas?


Las personas establecen objetivos con el propósito de lograr cambios positivos en sus vidas. Sin embargo, no es un secreto que la mayoría de la gente abandona rápidamente sus propósitos. Existe un fenómeno conocido como sesgo del presente (Phelps y Pollack, 1968), el cual explica la tendencia de las personas a subestimar el valor de recompensas del futuro, y a optar por recompensas inmediatas que son más pequeñas. Desde las ciencias del comportamiento se han llevado a cabo investigaciones que pueden aportar ideas respecto al cumplimiento de metas:

  1. Un nuevo inicio — el reset que necesitas: un estudio recolectó la evidencia de investigaciones correlacionales que demuestran que momentos del tiempo conocidos como “nuevos comienzos”, son populares para abordar cambios positivos (Dai, Milkman y Riis, 2014). Otros estudios han complementado estos hallazgos al descubrir que cuando se le recuerda a una persona que se acerca una nueva semana, un nuevo mes, una nueva estación, etc., su motivación para alcanzar sus metas aumenta (Dai, Milkman y Riis,2015; Davydenko y Peetz, 2019; Hennecke y Converse, 2017).

  2. Establece hábitos duraderos: los hábitos son comportamientos que, debido a que se realizan y refuerzan en repetidas ocasiones, pasan a ser automáticos. Te recomendamos cuatro libros que ofrecen estrategias y consejos prácticos basados en hallazgos científicos, los cuales te permitirán re-diseñar tus hábitos: Atomic Habits — James Clear Good Habits, Bad Habits — Wendy Wood How to change: The Science from Getting Where You Are to Where You Want to Be — Katy Milkman Tiny Habits: The Small Changes that change everything — BJ Fogg

Fuente: Elaboración propia

3. Un componente clave es la flexibilidad: la investigadora Katy Milkman de la Universidad de Pennsylvania Wharton School, realizó un estudio donde midió la motivación de dos grupos de trabajadores de Google, para ejercitarse regularmente. Al primer grupo de participantes se les pagó para ir al gimnasio siempre a una misma hora. Al otro grupo se le indicó ir a ejercitarse cuando las personas tuvieran un espacio libre, pero se le pagó un menor porcentaje que al otro grupo. Los resultados demostraron que los participantes del grupo que debía seguir un el mismo horario estricto, dejaban el hábito de ir al gimnasio si faltaban a una sesión. Las personas que pertenecían al grupo del horario flexible consiguieron formar el hábito de ejercitarse y mantenerlo por un largo tiempo.

4. Intenciones de implementación: mientras que las intenciones de objetivos especifican lo que uno quiere alcanzar (es decir, “¡Tengo la intención de lograr X!”), las intenciones de implementación especifican las acciones específicas sobre el comportamiento que uno debe realizar para conseguir el logro de la meta y el contexto situacional en el que uno llevará la acción a cabo (Gollwitzer, 1999). Una intención de implementación sirve para tener en mente un plan exacto a ejecutar, en situaciones contextuales que surgen en el proceso de obtención de la meta propuesta (si sucede X, hago Y). Por ejemplo, si el objetivo es comer saludable, la intención de implementación sería: cada domingo a las 10 am seleccionaré 5 recetas bajas en grasa del Internet, para cocinarlas durante la semana.

Esta información es parte de una de las ediciones del boletín de Heurística Lab “Atajos Mentales”. Si te interesa conocer más estrategias para conseguir cambios en el comportamiento, te invitamos a suscribirte al boletín “Atajos Mentales”, en este enlace.



 


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